QUMRÁN, LAS MUESTRAS MÁS ANTIGUAS DEL ANTIGUO TESTAMENTO
Durante el primer siglo de nuestra era la antigua región de Judea conoció una progresiva pérdida de autonomía por parte del Imperio Romano. El creciente descontento de la población judía desembocó en una revuelta sofocada en el año 70 con la destrucción de Jerusalén, incluido su célebre templo del que hoy solo queda en pie el Muro de las Lamentaciones. Los últimos rebeldes se refugiaron en la fortaleza de Masada hasta el año 73.
Paralelamente una secta, presumiblemente los esenios, tenía su monasterio en el asentamiento de Qumrán. Ante el clima de tensión, quizá haciéndose eco de las primeras sublevaciones contra Roma, escondieron su material escrito en once cuevas ubicadas en acantilados. Algunos esenios se incorporaron a la resistencia en la mencionada fortaleza de Masada llevándose consigo varios rollos, así se explica que apareciera allí una parte del libro de las Reglas de la secta.
El estado fragmentario de algunas muestras podría explicarse por el sucesivo expolio de los beduinos, que irían descartando los jirones inservibles.
Los documentos están escritos en hebreo, griego y arameo. El valor teológico y los datos históricos que aporta todo el corpus es incalculable.
Los principales soportes fueron pergamino y en menor medida papiro, la sequedad de la zona frenó la degradación de los materiales y permitió que se conservaran durante más de 2000 años. Son las muestras veterotestamentarias más antiguas de que se tiene noticia hasta la fecha, algunas datan de los siglos IV-III a.C, asimismo hay documentación apócrifa y pseudoepigráfica (carentes de autoridad y por tanto excluidas de los Testamentos) y material haláquico (relativo a la exégesis y consiguiente aplicación jurídica de textos judaicos).
El fragmento 7Q5 de la imagen, se ha querido identificar con Marcos 6:52-53 según la siguiente interpretación:
[...ΥΤΩΝ Η
...Η. ΚΑΙ ΔΙ...
...ΝΝΗΣ...
...ΘΗΣΑ...]
Paralelamente una secta, presumiblemente los esenios, tenía su monasterio en el asentamiento de Qumrán. Ante el clima de tensión, quizá haciéndose eco de las primeras sublevaciones contra Roma, escondieron su material escrito en once cuevas ubicadas en acantilados. Algunos esenios se incorporaron a la resistencia en la mencionada fortaleza de Masada llevándose consigo varios rollos, así se explica que apareciera allí una parte del libro de las Reglas de la secta.
El estado fragmentario de algunas muestras podría explicarse por el sucesivo expolio de los beduinos, que irían descartando los jirones inservibles.
Los documentos están escritos en hebreo, griego y arameo. El valor teológico y los datos históricos que aporta todo el corpus es incalculable.
Los principales soportes fueron pergamino y en menor medida papiro, la sequedad de la zona frenó la degradación de los materiales y permitió que se conservaran durante más de 2000 años. Son las muestras veterotestamentarias más antiguas de que se tiene noticia hasta la fecha, algunas datan de los siglos IV-III a.C, asimismo hay documentación apócrifa y pseudoepigráfica (carentes de autoridad y por tanto excluidas de los Testamentos) y material haláquico (relativo a la exégesis y consiguiente aplicación jurídica de textos judaicos).
El fragmento 7Q5 de la imagen, se ha querido identificar con Marcos 6:52-53 según la siguiente interpretación:
[...ΥΤΩΝ Η
...Η. ΚΑΙ ΔΙ...
...ΝΝΗΣ...
...ΘΗΣΑ...]
Procedencia de la imagen tomada en 2012: - http://www.7q5.org/capa2mod.jpg

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